jueves, 26 de marzo de 2015

¡Mira el supercomputador más grande de Medellín!

Para ver de cerca el supercomputador Apolo, la máquina con mayor capacidad de cómputo en la ciudad, me reuní con Juan David Pineda, docente y director técnico del Centro de Computación Científica de Eafit.

Reportaje original para MDE Ciudad Inteligente.


PINEDA ES EXPERTO EN CÓMPUTO de alto rendimiento y seguridad informática. Le gustan las películas de ciencia ficción y se sabe la historia de los hackers más tesos del mundo.

Me cuenta que Apolo tiene 96 servidores y estima que alcanza una velocidad de procesamiento de 3 teraflops por segundo, es decir, hace 3 millones de millones de cálculos cada vez que el reloj hace tic-tac.


¿Pero qué es un teraflop?

Vamos al principio. Hace unas décadas, algunos científicos de la computación vieron que podían aumentar las velocidades de cálculo subiendo la frecuencia (el tic-tac) del procesador.

Así, los procesadores aumentaron su frecuencia de 700 mil “tic-tac” (u oscilaciones por segundo) a casi 3 mil millones, esto es, de 700 Kilohercios a 3 Gigahercios.

Pero esta vía llegó a sus límites físicos, y la siguiente solución fue unir varios procesadores, o mejor, a dividir las tareas entre varios procesadores coordinados.

Como quien dice “varias cabezas piensan mejor que una”. Y sí, un supercomputador es eso: una máquina con muchos procesadores coordinados. Incluso hay quienes crean una red de computadores de mesa (como los de un aula de sistemas) y consiguen así grandes capacidades de cálculo.


Para trabajar con un supercomputador se dividen y re-organizan los problemas de forma que puedan ser resueltos por varios procesadores de forma más o menos independiente.


¿Para qué un supercomputador?

La computación de alto desempeño (HPC por sus siglas en inglés) es útil para científicos, urbanistas, diseñadores, animadores 3D y para todo aquel que necesite manejar grandes volúmenes de datos.

Por ejemplo, un científico debe confrontar sus ideas con la evidencia experimental: tiene que hacer prueba y error. Y las simulaciones computarizadas le permiten hacer millones de pruebas y errores, mucho más rápido y barato.

Otro ejemplo: el profesor Pineda me dice que una de las cosas que más buscan loshackers son contraseñas. La mejor forma de conseguirlas es intentando todas las combinaciones posibles dado un conjunto de caracteres. Como pueden ser millones de combinaciones, un supercomputador es el mejor aliado.


Conocer lenguajes de programación es cada vez más importante hoy en día: ya no es un asunto exclusivo de ingenieros, sino también de artistas, periodistas y ciudadanos de a pie.


¿Qué harías tú con un supercomputador?

Actualmente unos 22 grupos de investigación están aprovechando la capacidad de cómputo de Apolo, entre ellos, los grupos de Eafit en Economía EspacialElectromagnetismo Aplicado, Mecánica Aplicada y Gestión de Producción y Logística.

Pero los supercomputadores van a ser cada vez más populares: hace 20 años, los científicos soñaban con capacidades de cómputo como las que hoy tenemos en un teléfono inteligente.

En un futuro no muy lejano podría haber supercomputadores en hospitales, instituciones educativas, y negocios. Pero ese no es tanto el problema: conseguir grandes capacidades de cómputo podría ser más fácil que conseguir talento humano que sepa cómo aprovecharlas.

“Yo te doy un supercomputador ¿y qué haces?” me pregunta el profesor Pineda. Son pocos los que sabrían qué hacer. Y es que el profe lleva 4 años entrenando a varios estudiantes, y como “muy pronto los pueden estar llamando de Disney, NVIDIA, y otros centros de cómputo científico, a mí me va tocar empezar casi de cero”.


A Juan David Pineda, director técnico del Centro de Computación Científica de Eafit, le gustan las películas de ciencia ficción y se sabe la historia de los hackers más tesos del mundo.



¡Necesitamos más científicos!

El 47% de los supercomputadores más potentes del mundo, según el top 500, se encuentran en norteamérica, el 20% en el extremo oriente y el 14% en Europa Occidental. Sudamérica apenas llega al 0.8%

Pero más que supercomputadores, necesitamos personas que sepan abordar problemas desde la Ingeniería de sistemas, las ciencias de la computación y las ciencias de la información, y así ayuden a darle un buen uso a las tecnologías que disponemos.

Todavía no hay suficientes profesionales de estas áreas en Colombia para aprovechar la explosión tecnológica que estamos viviendo.

La computación de alto desempeño puede ser una gran herramienta para construir ciudades inteligentes, pero eso de nada sirve sin personas que sepan usarla para el bien de todos: haciéndose buenas preguntas, diseñando experimentos para probar sus ideas y dándole forma a grandes cantidades de datos.


¿Te gustaría trabajar con un supercomputador?

La máquina más poderosa del mundo está en National Super Computer Center de Guangzhou, China. Tienen más de 3 millones de núcleos, y alcanza los 55 mil teraflops por segundo, es decir, ¡tiene la capacidad de cálculo de casi 18 mil Apolos!

Si empiezas hoy, en algunos años podrías conocer de cerca máquinas así de impresionantes. Tu puedes ser el próximo científico (¡o científica!) de la información que nos ayude a construir ciudades más inteligentes.

Hay mucho que puedes aprender en Internet, para empezar. ¡Dale un vistazo a estos cursos en línea!

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