miércoles, 2 de diciembre de 2015

Equidad de género: cuando los hombres también son discriminados

¿Cuándo fue que las justas reivindicaciones de género se convirtieron, para algunos, en una guerra discursiva en la que los hombres siempre son déspotas abusivos?, ¿será que los hombres no se tienen que poner las pilas frente a la discriminación?, ¿no tienen derecho a rechazar las imposiciones de una sociedad machista?

Reportaje original para MDE Ciudad Inteligente.


SÍ, LOS HOMBRES TAMBIÉN SON OBJETO DE DISCRIMINACIÓN cuando no pueden o no quieren cumplir las expectativas de género: ser física y emocionalmente fuertes, tener dinero y prosperidad material, ser un ‘príncipe azul’.

Aquí hay 7 situaciones de la vida cotidiana que podríamos evaluar para no seguir reproduciendo prejuicios de género y construir una sociedad con oportunidades para hombres y mujeres, sin distingo de raza, género u orientación sexual.


1. ‘Las mujeres venden más’


Hay puestos para los que la mayoría de los jefes prefieren a las mujeres, simplemente porque suelen ser buenas asesoras comerciales, secretarias, enfermeras, responsables de mercadeo y ventas, comunicadoras, entre otras.

Estas labores exigen responsabilidad, buenas relaciones interpersonales, habilidades de negociación y persuasión, entre otras cualidades que muchas mujeres tienen.

Pero eso no excluye la posibilidad de que un hombre se desempeñe bien en alguno de esos puestos. Claro, también hay trabajos ‘masculinos’ como chofer, vigilante o mecánico, pero esto no tiene que ser así en todos los casos.

Démonos cuenta que pueden haber hombres enfermeros y mujeres ‘buena cabrilla’. Si eres empleador, no descartes contratar a un hombre para ese cargo de ventas o a una mujer para coordinar al personal, ¡puede que te lleves una sorpresa!


2. Dale el puesto a un hombre joven… que carga a su hijo


Los hombres también se cansan, también cargan cosas pesadas. Una mujer joven y saludable también le podría ceder el puesto a un hombre de avanzada edad o a un papá que lleva a su niño en brazos.

Pero más que armar una guerra de los sexos por los puestos del bus, la idea es ser más compasivos y ceder el puesto a quien más lo necesita, por su avanzada edad o por su salud, sin distingos de género.


3. No todo es ‘money’


A algunas mujeres les encanta que un pretendiente les gaste, las recoja en carro y las invite a restaurantes costosos. Claro, también hay muchas mujeres que se ofrecen a compartir los gastos, pero muchos de nosotros seguimos exigiéndoles más a los hombres en el plano económico.

Tampoco se trata de que los hombres no pueden volver a invitar a una mujer a un restaurante fino, o que las mujeres no se pueden dejar invitar… a todos nos gusta que nos consientan. Pero la idea es compartir, conocerse, no exprimir al otro.

Recuerda que un detalle sincero puede valer mucho más que una invitación costosa.


4. ¿Solo las mujeres cocinan, lavan y enjuagan?


Aunque todavía sea tabú y no muy bien visto por algunos, hay hombres que se ocupan de hacer el ‘oficio’ de la casa: cocinan, limpian, trapean…

Sin embargo, la publicidad de televisión prefiere usar mujeres para promocionar jabones, detergentes, electrodomésticos y demás artículos del hogar, como si el trabajo doméstico fuera una cosa de mujeres.

Y bueno, aquí no queremos cambiar el mundo de la publicidad, que sigue sus propias reglas para llamar la atención y vender más, pero sí hay que reconocer que los hombres también pueden encargarse del ‘oficio’.

Hombres y mujeres, seamos un poquito más consientes de las responsabilidades compartidas del hogar, ¡que el trabajo doméstico nunca termina!



5. Un ‘macho’ sí puede cambiar un pañal, ¿pero en dónde?


Cuidar a los hijos no es un asunto exclusivo de las mujeres, sino más bien una responsabilidad que se debe asumir en pareja, aunque sabemos que la realidad es mucho más difícil y el niño no van a necesitar menos atención por el hecho de vivir solo con uno de sus padres.

El caso es que hay padres solteros y también hay hombres que a pesar de estar con su pareja, no le dejan todo el trabajo sucio.

A veces, hasta cambiar un pañal se puede volver un reto de género: en muchos restaurantes, terminales de transporte y centros comerciales, solo hay cambiadores de pañales en los baños de mujeres, lo que complica las cosas para los hombres que quieren mantener a su hijo limpio.

Ojalá los administradores de estos establecimientos se den cuenta de esta barrera de género y pongan los cambiadores en un lugar donde hombres y mujeres los puedan usar con toda confianza.


6. Los hombres también son víctimas de violencia
Violencia es violencia, no importa si viene de un hombre o de una mujer, en ningún caso debemos creer que es más o menos grave:



Los hombres también sufren violencias físicas y psicológicas, de parte de mujeres u otros hombres, con el agravante de que reconocerlo en una sociedad machista sería como reconocer una debilidad, una falta de hombría.

Aunque en menor medida que las mujeres adultas y las niñas, los hombres y los niños también son son víctimas de trata de personas, sumando más del 20 por ciento de los casos. A los hombres también los matan por problemas ‘pasionales’, se jubilan más tarde que las mujeres, deben prestar servicio militar obligatorio y son quienes sufren más directamente la barbarie de la guerra.

Además, los hombres homosexuales suelen ser más discriminados que, por ejemplo, las lesbianas. Hay más hombres en las cárceles (más del 90 por ciento de la población carcelaria en Colombia son hombres), también suelen ser más susceptibles al alcohol y las drogas, a morir en un trabajo peligroso y se suicidan más, siendo más del 80 por ciento de los casos.


7. Mal padre, mal hombre


Sin dudas este es un tema difícil, porque lo más seguro es que nadie planee cuidar a sus hijos solo. Pero la vida da muchas vueltas y hay familias que no cuajan. Sin embargo, es común que algunas madres solteras quieran evitar o nieguen cualquier el contacto entre sus hijos y el padre, que por alguna razón, no los acompaña. Bueno, también se puede dar con algunos padres solteros.

Pero como padres o madres solteras, hay que reconocer que el otro progenitor tiene derecho a conocer a su hijo y a pasar tiempo con él. También que tiene deberes y responsabilidades que debe cumplir, eso no se discute.

El caso es que conocer a su papá y a su mamá es un derecho del niño, así que piensa un poquito en él y no le niegues ese cariño. En Medellín, las Comisarías de Familia te pueden asesorar y ayudar a encontrar la mejor solución para todos, si quieres saber más, consulta aquí.


Somos hombres y mujeres, somos humanos

La invitación final es a ir más allá del discurso y a reconocernos como seres humanos dignos de respeto y consideración, sin distingo de género. Las mujeres y los hombres merecen respeto, no por ser mujeres u hombres, sino por ser seres humanos con los mismos derechos que tú… ¡a los hombres tampoco se les pega ni con el pétalo de una rosa!


Gran parte de las imágenes son memes e ilustraciones tomadas de la web, el resto son fotografías de PEXELS.