martes, 5 de mayo de 2015

Aguja e hilo... y un cuerpo para vestir

Amparo Pérez de Caro nació en Ciudad Bolívar, al occidente de Antioquia. Es de una época en que los papás no podían hacer mucho por el futuro de sus hijos.


DESDE MUY JOVEN, AMPARO se propuso salir adelante. Quería construir el futuro con sus manos y vio en la sastrería y modistería una gran oportunidad.

Cuando llegó a Medellín trabajó mucho: su jornada llegaba a las 17 horas diarias. Pero después de 22 años de constancia, hoy es dueña de su propio negocio y le da empleo a media docena de personas. “Yo no estudié en la Universidad pero soy profesional en mi arte porque hago las cosas con amor”.


La sastrería y modistería emplea a por lo menos 4 trabajadores del sector textil-confección.

Hubo una época en Medellín en la que casi todas las casas tenían su máquina de coser.

Germán Asprilla dice: mi cliente quiere mucho este pantalón ¿usted no se ha enamorado de alguna prenda?

Aguja, hijo y dedal: las herramientas del sastre Germán Asprilla.

Amparo Pérez de Caro fundó desde hace 22 años su propio negocio: la sastrería y modistería "La Divina Eucaristía".

Mira otra historia de la serie "Un lápiz rojo y otras tecnologías de creación".



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