Medellín
se está consolidando como una ciudad que quiere hacer cine, muestra de ello son
los éxitos de una nueva generación de autores como Simón Mesa (“Leidy”, 2014 y
“Madre”, 2017) Juan Sebastián Mesa (“Los Nadie”, 2016) Laura Mora (“Matar a
Jesús”, 2018) y Catalina Arroyave (“Los días de la ballena”, inédita), entre
otros.
Catalina Arroyave y David Correa de RARA Colectivo Audiovisual. Foto: MadLove.
UNO DE LOS ASPECTOS MÁS RELEVANTES para fortalecer nuestra producción cinematográfica es la pre-producción: si esto se hace bien, el
equipo de trabajo se va a evitar muchos dolores de cabeza durante el rodaje,
momento en el que las energías deben estar enfocadas en aspectos más técnicos y
creativos.
Este
fue el tema de la charla “Producir es pre-producir” a cargo de David Correa y
Camilo Escobar, miembros RARA Colectivo Audiovisual y del equipo líder que
trabajó junto a Catalina Arroyave en “Los días de la ballena”. Esto, en el
marco de “Cortos de largo alcance LAB”, una serie de talleres y conversatorios
donde estos jóvenes cineastas compartieron sus experiencias en el arte de hacer
cine.
¿Qué se hace en la pre-producción de
una película?
Hay muchos
procesos importantes antes de empezar a rodar: ajustar las fuentes de
financiación del proyecto, realizar uno o varios planes de rodaje, determinar
las necesidades de cada uno de los departamentos, buscar locaciones, hacer
casting y ensayos con actores, formalizar contratos y todos los aspectos
legales, hacer pruebas técnicas y definir el cronograma de trabajo, etc.
David
Correa y Camilo Escobar, director de fotografía y asistente de dirección de
“Los días de la ballena” (respectivamente) distinguen entre una pre-producción
“blanda” y otra “dura”. Y esto varía según cada departamento (producción,
dirección, arte, fotografía, sonido, etc.) Veamos esto en detalle...
David Correa y Camilo Escobar.
La pre-producción blanda
Aquí
es cuando se deben consolidar unas notas de dirección, las cuales describen el
universo narrativo, los personajes, cómo se abordarán las puestas en escena y
la estética general del filme. Estas notas servirán de punto de partida para la
elaboración de propuestas estéticas por cada uno de los departamentos.
No
obstante, durante la pre-blanda se deben a cerrar todas estas propuestas, las
cuales se pueden venir trabajando con anterioridad. Vale la pena aclarar que la
película puede llevar muchos meses o años de trabajo, pero la pre-producción
propiamente dicha comienza cuando ya existe financiación para el proyecto y se
puede planear con cierto grado de certeza cuándo será el rodaje, es decir, cuando
la producción está a unos pocos meses de distancia.
En
este momento se debe hacer el casting y consolidar un equipo de actores, además
de hacer ensayos (si el director lo decide) de situaciones o escenas del guion.
También pueden ser ejercicios de actuación no relacionados con la historia que
se quiere contar, en especial cuando se trabaja con actores no profesionales.
Este fue el caso de “Los días de la ballena”, donde los actores aportaron diversos
elementos narrativos durante los ensayos, que iban enriqueciendo la idea
original. Camilo Escobar resalta la importancia de conseguir también a los
extras: “son muy importantes, hay que buscarlos con tiempo, no dejar eso para
el final o para el rodaje, cuando ya no hay tiempo de nada”.
En
el aspecto administrativo, es importante definir quienes conformarán los equipos
técnicos y creativos, hacer bases de datos, contrataciones y hacer según las
necesidades de cada uno de los departamentos. El manejo de la información es
muy importante, pues como señala David Correa:
“Es mejor evitar malos
entendidos, no dar nada por sentado, confirmar siempre: por eso es bueno dar
toda la información posible y de manera organizada, porque de lo contrario el
más mínimo cambio puede generar confusiones que van creciendo como una bola de
nieve”.
En
la pre-blanda también hay que buscar las locaciones y esto es buscar el set
donde se va a poner la cámara y los actores, pero también definir dónde se va a
comer, dónde se dejan los equipos, si hay parqueaderos cerca, si hay un
hospital o un CAI de policía al cual acudir en caso de necesidad. “Para eso nos
fue muy útil el street view de Google Maps” dice Camilo Escobar, “pues podíamos
hacer scouting, es decir, búsqueda de
locaciones, desde la oficina, durante las pausas activas”.
En
esta etapa además se define un guión técnico y un storyboard, los cuales pueden
ser muy útiles en términos de producción, pues para un plano determinado se
puede decidir, por ejemplo, que no es necesario conseguir una locación, sino
que se puede falsear en otra locación más fácil de encontrar. Por otro lado, pero
no menos importante, hay que construir uno o varios planes de rodaje, pues
siempre hay que tener plan A, B, C y D, sino más.
“Para eso es muy importante
tener en cuenta la energía del equipo”, dice Camilo Escobar, “hay que regular
los tiempos de trabajo durante cuatro o cinco semanas de rodaje, de manera que
el equipo aguante el ritmo y tengan energías hasta el final”.
La pre-producción dura
Aunque
seguro quedan faltando cosas por mencionar sobre la pre-blanda, es hora de
pasar a la pre-dura. Aquí ya hay que empezar a definir asuntos logísticos como
el transporte del equipo de trabajo y la alimentación. Eso puede parecer
distante de los aspectos creativos del cine, pero es determinante para que el
trabajo creativo en sí tenga la atención que se merece.
“Para
‘Los días de la ballena’ nosotros diseñamos unas rutas de transporte: a todo el
equipo lo recogían en la casa, como si fuera un colegio”, dice David Correa.
“En cuanto a la alimentación”, continúa “hay que tener en cuenta que hay
vegetarianos, o gente sensible con ciertos alimentos, entonces hay que buscar
opciones para ellos, para que no se vayan a buscar comida durante el rodaje, lo
cual nos haría perder tiempo y dinero”.
En
la pre-dura también se deben hacer pruebas técnicas con la cámara, la óptica
elegida y las luces. También con los actores, cada uno de los vestuarios que
van a usar y el maquillaje que necesitan. “Nosotros incluso cronometramos el
tiempo que se demoraban los personajes en ser maquillados, de forma que pudiéramos
planear mejor el rodaje”, cuenta David Correa.
Aquí
también se hacen avanzadas de arte y fotografía, sobretodo cuando la locación
se debe preparar antes del rodaje. Se hace construcción de sets, utilería y
vestuario. Además se hacen todas las compras que sean necesarias. También se
elaboran materiales previos.
“Por ejemplo si un personaje ve una fotografía de
su familia, hay que tomar esas fotos desde antes, o si mira un televisor, hay
que pensar qué es lo que va a ver, así sea algo aparentemente casual y
producirlo si es necesario, pues esos detalles se convierten en elementos
narrativos importantes”, dice David Correa.
“Otro
punto es lo que nosotros llamamos ‘seteos de locación’, es decir, pensar con
anterioridad qué es lo que queremos en cada locación” dice Camilo Escobar. “Hay
que preparar la marcación de los actores, ensayar los movimientos de cámara
(puede ser hasta con el celular) y planear dónde va a estar la base de
producción, donde se van a hacer cada uno de los departamentos, dónde están los
baños, los parqueaderos, las rutas de acceso, y algo muy importante: preparar a
la comunidad vecina".
"Es algo muy sencillo, dice Escobar, si uno se parcerea a la comunidad,
pues no se van a sorprender cuando lleguemos con un camión lleno de equipos y
un montón de técnicos y actores, sino que se van a convertir en aliados, casi
que en otros asistentes de producción, que nos pueden colaborar con muchas
cosas, hasta siendo extras”.
Ahora sí, a rodar
Si
se hace una buena pre-producción, el camino está allanado para hacer una buena
película. Además, “si cada departamento es juicioso en la pre-producción, van a
hacer respetar su trabajo y van a tener criterios para tomar las decisiones
correctas durante el rodaje”, concluye David Correa.
Para
hacer cine hay que tener agallas, ser arriesgado, pero también ser inteligente
y planear. Como dice la sabiduría popular: lo que se planea, no se improvisa.
Medellín está en camino a construir una industria del cine, lo que nos ayudará
a madurar como sociedad y nos permitirá contar nuestras historias. Por ahora,
esperamos a que se estrene “Los días de la ballena” de Catalina Arroyave y RARA
Colectivo Audiovisual, a quienes puedes seguir en su cuenta de Facebook:
¡Muchos
éxitos para el cine local!